Por eso, cuando se planifica un vuelo, se toman referencias sobre la carta de navegación para obtener la ruta geográfica y se aplica a estas referencias la correspondiente variación para así calcular la ruta magnética.
Realizaremos la navegación aérea siguiendo la ruta magnética, que se corresponde con la indicada por la brújula.
En realidad, la brújula también posee su propio error de medición, debido a las influencias electromagnéticas del avión, lo que hace que no señale con total exactitud el norte magnético. Por ello, también se habla del norte de brújula (compass north) que es el indicado por la brújula cuando ésta apunta (supuestamente) al norte magnético real.
Hablaremos más en detalle de la planificación del vuelo y la navegación aérea en otro post. Por el momento, centrémonos en nuestra ruta, rumbo y derrota.